En el manantial de los Ecos

Cada escritor sigue inclinaciones poderosas que se repiten transformándose de un libro a otro. Olivia Laing tiende a escribir sobre los itinerarios geográficos de vidas con finales desastrosos. Su primer libro, To the River, cuenta un viaje a lo largo del río Ouse, donde se dejó morir ahogada Virginia Woolf, adentrándose en él con los bolsillos llenos de piedras. El segundo traza un itinerario mucho más largo, no a través de Reino Unido, sino de toda la amplitud de Estados Unidos. En The Trip to Echo Spring, Olivia Laing viaja de Nueva York a Nueva Orleans, de Nueva Orleans a Key West en Florida, de Florida hacia el Norte, hasta Saint Paul, en Minnesota, y de Saint Paul hacia Port Angeles, en la costa noroeste del Pacífico, donde Raymond Carver murió en 1988 de cáncer de pulmón, después de veinte años de alcoholismo y espanto, y diez años breves de serena felicidad. En avión, en coches alquilados, pero sobre todo en trenes, en los trenes destartalados y eternos de América, que cruzan el país en viajes tan largos como los de sus ríos mayores, Olivia Laing sigue el rastro de seis vidas de escritores alcohólicos, las seis marcadas por el talento y el desastre, solo dos de ellas concluidas en la curación. En Nueva York se aloja en el hotel Elysée, en la zona agitada y turística de la proximidad de los grandes teatros, donde Tennessee Williams murió una noche de junio de 1983, devastado por el alcohol y los barbitúricos, solo como un perro, atragantándose con el tapón de plástico de un bote de colirio para los ojos, rodeado de frascos de medicinas, drogas legales e ilegales, ceniceros llenos de colillas, ropa sucia, papeles desordenados, botellas de vino a medio beber. En esa época Tennessee Williams llevaba más de dos años sin estrenar y todas sus últimas obras habían sido fracasos de público y recibido críticas crueles. En el vestíbulo del hotel, en los restaurantes cercanos, en los bares de chulos que frecuentaba, Williams era un espectro familiar y patético. Tuvo que morirse para que los mismos críticos que se habían ensañado tan sin misericordia en sus obras tardías accedieran a celebrar el mérito indeleble de las mejores que había escrito, las que treinta años después de su muerte perviven con la misma belleza que cuando se estrenaron, con su desmesura y su poesía. En una de ellas, La gata sobre el tejado de cinc caliente, un personaje tullido y borracho dice que va a hacer un pequeño viaje a Echo Spring, el manantial de los Ecos. Es un viaje hasta el mueble bar, y ese nombre que suena a refugio arcádico es una marca de bourbon.

[...]

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Elizabeth Taylor y Paul Newman (Cat on a Hot Tin Roof)

Elizabeth Taylor y Paul Newman (Cat on a Hot Tin Roof)

16 Comments

  1. MJGE
    Enviado el 11/01/2014 a las 1:31 PM | Enlace permanente

    Rinconada en costanilla y una iglesia barroca por fondo. Sobre las campanas negras,
    la luna clara. DON LATINO y MAX ESTRELLA filosofan sentados en el quicio de una
    puerta lo largo de su coloquio, se torna lívido el cielo. En el alero de la iglesia pían
    algunos pájaros. Remotos albores de amanecida. Ya se han ido los serenos, pero aún
    están las puertas cerradas. Despiertan las porteras.

    MAX.- ¿Debe estar amaneciendo?
    DON LATINO.- Así es.
    MAX.- ¡Y qué frío!
    DON LATINO.- Vamos a dar unos pasos.
    MAX.- Ayúdame, que no puedo levantarme. ¡Estoy aterido!
    DON LATINO.- ¡Mira que haber empeñiado la capa!
    MAX.- Préstarne tu carrik, Latino.
    DON LATINO.- ¡MAX.- , eres fantástico!
    MAX.- Ayúdarne a ponerme en pie.
    DON LATINO.- ¡Arriba, carcunda!
    MAX.- í No me tengo!
    DON LATINO.- ¡Qué tuno eres!
    MAX.- ¡Idiota!
    DON LATINO.- ¡La verdad es que tienes una fisonomía algo rara!
    MAX.- ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
    DON LATINO.- Una tragedia, MAX.- .
    MAX.- La tragedia nuestra no es tragedia.
    DON LATINO.- ¡Pues algo será!
    MAX.- El Esperpento.
    DON LATINO.- No tuerzas la boca, Max .
    MAX.- ¡Me estoy helando!
    DON LATINO.- Levántate. Vamos a caminar.
    MAX.- No puedo.
    DON LATINO.- Deja esa farsa. Vamos a caminar.
    MAX.- Échame el aliento. ¿Adónde te has ido, Latino?
    DON LATINO.- Estoy a tu lado.
    MAX.- Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Écharne el aliento,
    ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá
    el Buey Apís. Le torearemos.
    DON LATINO.- Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
    MAX.- Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los
    héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
    DON LATINO.- ¡Estás completamente curda!
    MAX.- Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El
    sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente
    deformada.
    DON LATINO.- ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
    MAX.- España es una deformación grotesca de la civilización europea.
    DON LATINO.- ¡Pudiera! Yo me inhibo.
    MAX.- Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
    DON LATINO.- Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del
    Gato.
    MAX.- Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática
    perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las
    normas clásicas.
    DON LATINO.- ¿Y dónde está el espejo?
    MAX.- En el fondo del vaso.

    LUCES DE BOHEMIA (Valle Inclán)

  2. MdlMar
    Enviado el 11/01/2014 a las 2:15 PM | Enlace permanente

    ” … dice que va a hacer un pequeño viaje a Echo Spring … ”

    ” [...] Pero estaba hablando de otra cosa. O quizá no, quizá siempre he hablado de lo mismo: acabada la época de la penitencia, la necesidad de penitencia se transformó para los penitentes en necesidad de muerte. Y para derrotar a la penitencia verdadera, que engendraba la muerte, quienes mataron a los penitentes enloquecidos, devolviendo la muerte a la muerte, reemplazaron la penitencia del alma por una penitencia de la imaginación, que apela a visiones sobrenaturales de sufrimiento y de sangre, ‘espejo’, según ellos, de la penitencia verdadera. Un espejo que impone en vida, a la imaginación de los del infierno. Según dicen, para que nadie peque. Esperando que el miedo aparte a las almas del pecado, y confiando en poder reemplazar la rebeldía por el miedo.
       —Pero, ¿es verdad que así no pecarán? —pregunté ansioso.
       —Depende de lo que entiendas por pecar, Adso —dijo mi maestro—. No quisiera ser injusto con la gente de este país en el que vivo desde hace varios años, pero me parece que la poca virtud de los italianos se revela en el hecho de que, si no pecan, es por miedo a algún ídolo, aunque digan que se trata de un santo. San Sebastián o San Antonio les infunden más miedo que Cristo. Si alguien desea conservar limpio un lugar, [...] ”

    Umberto Eco
    “El nombre de la rosa” (1980)
    Traducción de Ricardo Pochtar
    Lumen, 1984

    ” [...] ‘Los títulos’ recoge diversos trabajos entre ellos ‘La mujer en galeras’, donde se desmarca con claridad de otras teorías y discursos sobre la mujer. Su tesis es decidida y combativa, pero justa. La mujer —según Rosa Chacel— nunca fue marginada, sino esclavizada, “¿por qué mantener a la mujer en esclavitud? Por la misma razón que se mantuvo al hombre”. Lo que busca es un nuevo entendimiento histórico de la situación de la mujer, su relación con la vida, con la cultura y con el hombre. Pero estos temas se profundizan de una forma sorprendente y muy original en su gran ensayo, casi desconocido Saturnal. He aquí algunos textos que exigen una lectura detenida y asuntiva.
    Saturnal constituye una de sus obras más potentes, expresivas y audaces, una escritura manifestativa, que dice con fuerza su voluntad de ser, de contacto y unión. En el preámbulo expresa sus admiraciones y la ausencia de algunas fuentes que implican la indagación de ciertos temas de la realidad, o “excavación de ciertos estratos”.

    Por contarme entre los seres propensos a la admiración, he recorrido en mi vida —en mis largos años de exilio, en los que con algo tenía que substituir a la vida— muchos libros admirables, que nunca me han defraudado: mi admiración se ha sentido con frecuencia colmada. Sin embargo, algunas veces he percibido algo así como un esfuerzo menos denodado en la excavación de ciertos estratos, en la mensuración topográfica de ciertas regiones. Algo así como si la extensa sabiduría, el voluminoso bagaje científico y hasta el espíritu creador se encontrasen, en algunos puntos, faltos de una ayuda distinta de la que obtuvieron en el mundo académico: una fuente de información íntimamente pegada a la tierra. Algo así como el guía indígena que necesitan llevar los arqueólogos, antropólogos y filólogos para avanzar por el desierto o adentrarse en la selva. Ése es el papel que quisiera asignarme. [...] ”

    Dónoan
    “La memoria, fuente y material de escritura”
    —Rosa Chacel—
    Ámbitos Literarios | Premios Nacionales
    de las Letras Españolas
    Anthropos — Editorial del Hombre (1990)

    ” [...] Tengo la cara hinchada y el ojo casi cerrado. No puedo ponerme el almófar porque me hace daño en la quijada, allí donde el Maestro me golpeó. Voy al campo de entrenamiento con la cabeza descubierta.
       —No importa —dice él—. Hoy no vas a necesitar la protección.
    Y es verdad. Para mi alivio y mi asombro, no la necesito. El Maestro ha cambiado tanto que parece otro hombre. Sigue siendo igual de seco, igual de adusto, pero no quedan rastros de esa furia amarga que antes le quemaba. Se apoya con ambas manos en la cruz de su espada y me habla. Me habla.
       —Eres alta, Leola. Más alta incluso que algunos caballeros. Pero eres mucho más ligera que el más pequeño de los hombres. Los mejores guerreros no son necesariamente los más fuertes, los más grandes, los más pesados. Los buenos guerreros son aquellos que poseen cabeza y corazón. Una cabeza clara y rápida, capaz de elegir, casi sin pensar, la estrategia de lucha en cada ocasión. Y un corazón de león que no conozca el miedo, porque los combates sólo se ganan si se sale a ganar. ¿Me entiendes, Leola?
    Muevo la cabeza afirmativamente, porque no me atrevo a romper con el sonido de mi voz sus palabras preciosas. [...] ”

    Rosa Montero
    “Historia del Rey Transparente” (2005)
    Santillana, 2006

    ” … ese nombre que suena a refugio arcádico … ”

    ” [...] Lo imagino subiendo a toda prisa de la huerta las tardes de domingo, igual que yo mismo muchos años después, impaciente por lavarse a manotazos de agua fría en la palangana de la cocina y vestirse con su traje de adulto y peinarse con brillantina frente a un trozo de espejo, subiendo luego con sus amigos, mi tío Nicolás y su primo Rafael, en dirección a la plaza del General Orduña, haciendo sonar jactanciosamente en los bolsillos algunas monedas, mirando las piernas de las muchachas y oliendo el rastro de perfumes intensos y vulgares que dejaban como una promesa en el aire al pasar junto a ellos. Lo veo salir de su casa de noche, después de descargar la hortaliza en el mercado, seguro al fin de su hombría, recién afeitado tal vez, deteniéndose en la esquina del Altozano para encender un cigarrillo, menos nervioso que resuelto, encaminándose hacia la calle del Pozo con las manos en los bolsillos del pantalón, el cigarro en un ángulo de la boca y los lentos andares masculinos de los hombres del campo, [...] ”

    AMM
    “El jinete polaco” (1991)
    ‘El reino de las voces’
    Planeta, 2001

    ” [...] El sábado Rosie pescó una trucha de un kilo y medio –farfulló con tono acusador–. ¿Qué opinas de eso?
    Coleridge acostumbraba ganar tiempo con inesperadas maniobras de distracción.
       –Magnífico –masculló Woodrow en cumplimiento de su deber.
       –Tessa se habría llevado una alegría. Siempre dijo que Rosie llegaría lejos. Y Rosie la adoraba.
       –No lo dudo.
       –No nos la comimos, que conste. Mantuvimos al jod…. pez con respiración asistida todo el fin de semana y luego lo enterramos en el jardín. –Enderezando los hombros, Coleridge indicó que volvían a entrar en materia–. Este asunto nos plantea además otra cuestión, Sandy. Una cuestión francamente espinosa. [...] ”

    John Le Carré
    “El jardinero fiel”
    Traducción de Carlos Milla Soler
    Plaza & Janés, 2001

    ¿Inercia o vértigo?
    No resulta demasiado complicado dejarse arrastrar por la corriente manifiestamente tóxica que hoy contagia la inmersión babélica En el manantial de los Ecos.
    Ruina, deterioro, alcohol…
    Una sencilla, deliciosa y mortal adicción a esa fantasmagoría vitalmente quejumbrosa y magistral.
    Nada más :)
    ¿Whiskey or Bourbon?

    ” … Olivia Laing tiende a escribir sobre los itinerarios geográficos de vidas con finales desastrosos … ”

    ” (…) Puso sin ruido el revólver sobre la mesa y retrocedió un poco para observarlo.
       —Es un Smith —informó con un orgullo inoportuno y marchito. (…) ”

    —El Astillero—

  3. Enviado el 11/01/2014 a las 2:22 PM | Enlace permanente

    MJGE,
    .
    La maravilla total.

    Este diálogo, esta escena, es más valiosa que las obras completas de muchos escritores célebres y celebrados.

    :-)

  4. Jose Rifón
    Enviado el 11/01/2014 a las 3:09 PM | Enlace permanente

    Nunca entendí la admiración de algunos por el poder de diversas drogas sobre la capacidad creativa. Desde luego hay grandes escritores que alcanzaron cumbres bajo los efectos del alcohol o a pesar de sus efectos, pero me consuela saber que Cheever logró a de sus mejores obras tras haber superado su alcoholismo. Me apuntó esta novela en pendientes.
    Lo que yo he visto de la adicción al alcohol no se parece en nada a la visión romántica de la botella de Ginebra o vino como musa máxima, en general he visto deterioro y sufrimiento, incluso en las grandes personas a las que también Baco subyugó. Recuerdo muchas chispas de ingenio en las fase eufóricas, pero nunca grandes logros cuando la adicción se ha hecho dueña de uno.
    Muy interesante la referencia a que nadie se atreve a relacionar el cáncer con la creatividad, parecen aún incompatibles. No digo que la enfermedad aumente las cualidades creativas, pero sí he visto a muchas personas que han sacado lo mejor de sí mismas, incluso por encima de sus esperadas posibilidades, tras haber sido marcadas por esta infame enfermedad pero que afortunadamente se va desmitificando, a medida que la entendemos y muchas veces conseguimos doblegarla. Sería un buen tema de estudio la relación entre el cáncer y la creación literaria.

  5. María Regla Pérez
    Enviado el 11/01/2014 a las 5:50 PM | Enlace permanente

    Sap,

    todavía queda por ahí quien asocia la bebida con el talento literario o artístico.
    Hubo un tiempo que igual yo también lo creí. Por cierto, que no creo que haya nadie que haya leído seriamente Crimen y castigo y piense tal cosa. La presencia del alcoholismo y sus consecuencias tiene en esta novela un papel primordial.
    En principio, no quería leer nada sobre la biografía de Dostoievski para que no me condicionara su lectura [estoy en la tercera parte] pero hoy me ha podido la curiosidad al encontrar una pregunta que decía más o menos así:
    ¿Se puede confiar en la palabra de un hombre que está borracho?
    Subrayé: “Los sueños de un hombre enfermo suelen tener una nitidez extraordinaria y se asemejan a la realidad hasta confundirse con ella. Los sucesos que se desarrollan son a veces monstruosos, pero el escenario y toda la trama son tan verosímiles y están llenos de detalles tan imprevistos, tan ingeniosos, tan logrados, que el durmiente no podría imaginar nada semejante estando despierto, aunque fuera un artista de la talla de Pushkin o Turgueniev. Estos sueños no se olvidan con facilidad, sino que dejan una impresión profunda en el desbaratado organismo y el excitado sistema nervioso del enfermo.
    Raskolnikof tuvo un sueño horrible. […]
    -¡No me comprende usted! -exclamó Catalina Ivanovna con una mezcla de irritación y desaliento-¿Por qué me han de indemnizar? Ha sido él el que, en su inconsciencia de borracho, se ha arrojado bajo las patas de los caballos. Por otra parte, ¿de qué sostén habla usted? Él no era un sostén para nosotros, sino una tortura. Se lo bebía todo. Se llevaba el dinero de la casa para malgastarlo en la taberna. Se bebía nuestra sangre. Su muerte ha sido para nosotros una ventura, una economía.

    -Hay que perdonar al que muere. Esos sentimientos son un pecado, señora, un gran pecado.
    Creo que ahora voy encajando mejor las piezas del puzzle.
    http://youtu.be/4qYwMRNzA9I
    se le nota mucho el alivio de estar huyendo de tantos fantasmas quejumbrosos. Excelente.

  6. Hermi
    Enviado el 11/01/2014 a las 7:07 PM | Enlace permanente

    Al parecer muchos creadores utilizan el alcohol como forma de suicidio. Es decir, optan por una muerte lenta a base de autodestrucción. Otros muchos eligen al final una forma más drástica para poner fin a sus días. Una vez, buscando información sobre Bruno Bettelheim encontré esta frase, (se quedó ciego, estaba enfermo, había perdido a su mujer y tenía un hijo con el que no paraba de discutir): “Al parecer, algunos creadores consideran que el suicidio puede ser un fin digno para su vida. El dolor emanado de la creación o la imposibilidad de mejorar lo hecho pueden ser causas que orillan al suicidio”.
    Otro escritor que abusaba del alcohol fue Jack London. Lo mezclaba con la morfina y la heroína, cosa que, mezclada con las enfermedades tropicales que pilló en sus viajes, hizo que se quedara hecho una piltrafa, él que había sido un portento físico. Siempre defendió el derecho del ser humano a disponer de su vida y quizá hizo uso de esa libertad irrenunciable una noche de 1916, cuando se administró, quizá para soportar sus dolores renales y su enconado insomnio, una sobredosis de sulfato de morfina mezclado con atropina.
    Bueno, su vida, después de administrarse esa mezcla incorrecta, necesitaba de algo más de suspense y de intriga, porque resulta que esas dos sustancias son antitéticas, y su agonía, después de multitud de intentos por salvar su vida, duró doce horas. Tenía cincuenta años.
    Yo tampoco creo que el alcohol sirva para nada en el plano creativo. A lo sumo, distorsionar la realidad como un cuadro de Bacon.
    También se ha hablado del tabaco para eso. Nuestro anfitrión mismo creo recordar que no concebía el hecho de escribir sin su cigarrillo consumiéndose en el cenicero, al lado de su máquina de escribir.

  7. Enviado el 11/01/2014 a las 10:45 PM | Enlace permanente

    Hoy mismo Ignacio Camacho dedica su columna al incombustible Manuel Alcántara con el título de “El santo bebedor”.

    “Andábamos desparramadas por allí dos o tres generaciones de epígonos, de catecúmenos de su inalcanzable magisterio: desde Garci a Gistau, desde Juan Cruz a Jabois, desde León Gross a Lucas, desde Arcadi a Soto Ivars, desde Caraballo a Nieto Jurado y muchos otros llegados de todas partes, gente bien bregada en la redacción, en la calle y en la barra, y a todos nos tumbó trasegando dry martinis con la naturalidad de un santo bebedor superviviente de otra época, del tiempo mítico y romántico del periodismo de olivettis y copas, de flexo y nicotina, de sombrero y silla de ring. ”

    http://www.abc.es/historico-opinion/index.asp?ff=20140111&idn=1511744982315

  8. Carmela
    Enviado el 12/01/2014 a las 12:02 AM | Enlace permanente

    Sobre la relación entre la literatura y el alcohol:

    “Eso es un mito romántico y bohemio que recuperaron los Beats americanos y el 68 europeo”

    Este enlace lo dejó en su día José María Velasco

    http://lahabitacion301.blogspot.com.es/2009/12/javier-egea-leyenda-urbana.html

  9. Gaspard
    Enviado el 12/01/2014 a las 12:25 AM | Enlace permanente

    ‘Agosto’, de John Wells, empieza con Sam Shepard, “poeta de renombre” y sufrido esposo de la adicta Meryl Streep, recitando a T. S. Eliot, dado al tabaco y el alcohol:

    Between the idea
    And the reality
    Between the motion
    And the act
    Falls the Shadow
    For Thine is the Kingdom

    Between the conception
    And the creation
    Between the emotion
    And the response
    Falls the Shadow
    Life is very long

    Between the desire
    And the spasm
    Between the potency
    And the existence
    Between the essence
    And the descent
    Falls the Shadow
    For Thine is the Kingdom

    For Thine is
    Life is
    For Thine is the

    This is the way the world ends
    This is the way the world ends
    This is the way the world ends
    Not with a bang but a whimper.

  10. MdlMar
    Enviado el 12/01/2014 a las 2:12 AM | Enlace permanente

    ” … y tenía aspecto de lo que era, un trabajador manual, … ”

    ” [...] Después no podía creerlo, hasta se avergonzaba, aunque en el fondo no mucho, no podía creer lo que su memoria le daba por seguro, que hubiera hablado tanto, alentada por el vino, sin duda, pero también por la cena, suavemente embriagada por las cosas que veía y tocaba en torno suyo, las altas copas de cristal y las velas en las mesas, el sonido del río al otro lado de la pequeña ventana enrejada junto a la que cenaron, la amabilidad sigilosa de los camareros, que aparecían y desaparecían según los deseos aún no expresados por ella, para cambiar un plato o un cubierto o servir un poco más de vino. [...] ”

    AMM
    “Plenilunio” (1997)
    Seix Barral, 2013

    ” [...] Parecióle bien el consejo a don Quijote, y tomando de la rienda a Rocinante, y Sancho del cabestro a su asno, después de haber puesto sobre él los relieves que de la cena quedaron, comenzaron a caminar por el prado arriba a tiento, porque la escuridad de la noche no les dejaba ver cosa alguna; mas no hubieron andado doscientos pasos cuando llegó a sus oídos un grande ruido de agua, como que de algunos grandes y levantados riscos se despeñaba. Alegróles el ruido en gran manera; y parándose a escuchar hacia qué parte sonaba, oyeron a deshora otro estruendo que les aguó el contento del agua, especialmente a Sancho, que naturalmente era medroso y de poco ánimo. [...] ”
    (Capítulo XX. ‘De la jamás vista ni oída aventura que con más poco peligro fue acabada de famoso caballero en el mundo, como la que acabó el valeroso don Quijote de la Mancha’)

    ”   1347

    Wonder – is not precisely knowing
    And not precisely knowing not -
    A beautiful but bleak condition
    He has not lived who has not felt -

    Suspense – is his maturer Sister -
    Whether Adult Delight is Pain
    Or of itself a new misgiving -
    This is the Gnat that mangles men -

    A poem such as this gives us a glimpse into the way Dickinson arranged categories of experience in her mind: she grouped them in family clusters and gave them gender and age. ‘Wonder’ is a young male; ‘Suspense’ is his more adult Sister. As soon as we enter into such a form of classification, we can imagine more possible categories arising. Who were the Parents of Wonder and Suspense? Does Wonder live in a region different from Suspense? We see as well that Dickinson has constructed a spectrum of Experience, labeling one end ‘knowing’ and the other end ‘knowing not’. Somewhere in the middle of this spectrum lies ‘Wonder’. [...] ”

    Helen Vendler
    “Dickinson. Selected Poems and Commentaries” (2010)
    The Belknap Press of Harvard University Press, 2012

    No hay discordia posible.
    El acaso jamás en este círculo
    Puede irrumpir, crujir:
    Orbe en manos y en mente
    De hacedor que del todo lo realiza.
    ¡Oh música,
    Suprema realidad!
    Es el despliegue mismo
    –Oíd– de un firmamento
    –Lo veis– que nos recoge.
    Nada sonoro ocurre
    Fuera. Ya ¿dónde estamos?

    (Música y suerte: cámara
    De amigos.
    La tarde es el gran ámbito.
    Aliada a través de las vidrieras,
    Profunda,
    Consagrándose a estar,
    Estando,
    Sin oír nos atiende.
    ¿Tal vez culmina aquí
    La final amistad del universo?
    Muy diáfana la atmósfera,
    Arboleda en un fondo de balcones,
    Las ondas del nogal en la penumbra
    De ese mueble, tarima sin crujido,
    Un tono general, acompañante.
    Seguro este presente.)

    ¿Dónde, por dónde estamos?
    Me sostiene una cumbre
    –Sobre cualquier lugar. ¿Qué pide el ritmo?
    No responde a su anhelo, no se basta
    Con toda su belleza ineludible,
    Y torna con retorno que suplica,
    Tal vez a mí buscándome.
    El alma se abalanza a ese compás,
    Que es alma.

    ¡Oh Bien! Y se desnuda.
    Le siento sin ideas, sin visiones,
    Reveladoramente,
    Nada más por contacto
    Con mi naturaleza,
    Que acompasada ahonda en su vivir,
    En su dominio o su melancolía,
    En este ser ahora tan entero,
    Tan firme que es de todos.
    ¡Ninguna confidencia!
    La sucesión de sones,
    Jamás en soledad,
    Sin ruptura de olvido,
    Pasa relacionando el gran conjunto
    Donde transcurre incógnito el oyente,
    Solidario en alerta.

    Alerta dominado.
    ¡Música, poderío!
    Y me fía a sus cúspides,
    Me colma de su fe,
    Me erige en su esplendor,
    Sobre el último espacio conquistable,
    Me tiende a su ondear de creaciones,
    Junto al más fresco arranque de alegría,
    Me expone frente a frente
    De la gran realidad en evidencia,
    Y con su certidumbre me embriaga.
    ¡Armonía triunfante!
    Imperando persiste,
    Hermosamente espíritu.
    Es él, es él, es todo su inmediato
    Caudal.

    Jorge Guillén
    “Cántico” (1974 y 1983)
    Fragmento de 
    ‘El Concierto’
    Seix Barral, 1984

    ” [...] Cierto que fluía el río subterráneo, el rumor intranquilo, por debajo de la paz esa carcoma, la provocación del quiosco, me punzaba ese tema, qué habré vivido allí, cuándo y dónde, además no era allí, lo sé muy bien, en el sueño era dentro de la pirámide, en la Encarnación junto a un ciprés, ahora además un quiosco, pero no un chinesco, he intentado provocar nuevos ecos, he releído libros sobre Oriente, me he apuñalado con palabras provocadoras, ningún eco decisivo, dudo que sea un chinesco, no encaja, distinto del resto que ignoro, ¿cómo puede algo desentonar con lo desconocido?, sigo en incertidumbre, a solas con ese ciprés, esa cámara sepulcral, ese quiosco, piezas de un rompecabezas, sin saber cómo armarlas, sin levantar la pista del pasado, constantemente inquieto, pero lo encontraré, no fallará. [...] ”

    José Luis Sampedro
    “Octubre, Octubre” (1981)
    ‘El mosquetero perdido. Despertar en París’
    Plaza & Janés, 1994

    ” ‘Ahora que empiezo a contemplar mi vida retrospectivamente, observo que no he hecho más que rumiar algunas pocas obsesiones que a veces se manifestaron en tentativas racionales, en ensayos sobre el drama del hombre en esta catástrofe universal de nuestra época; y a veces en ambiguas, oscuras y contradictorias fantasías del inconsciente.’ Estas reconocidas obsesiones, estos ‘fantasmas’ que una y otra vez deambulan por su obra, muestran mejor que cualquier otro dato quién es Ernesto Sábato. ‘Porque al fin y al cabo uno escribe una novela para eso: para expresar al mundo quién es uno y qué espera de la existencia.’ (…)
    Sábato fue un militante activo que llegó al más alto cargo dentro de su organización, el de secretario general de la Juventud Comunista en 1933. Las consecuencias de la acción política conectan de nuevo a Bruno con Sábato: ambos huyen de la policía ocultándose (Bruno estaba involucrado a través de un amigo con quien vivía en la misma pensión, el anarquista Carlos). La sensación de soledad que vive el personaje en este período así como su comportamiento en general, deben ser válidos también para Sábato:

    El tiempo pareció de pronto paralizarse para mí. Ortega me había recomendado que no saliera por unos días de la pensión, hasta ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. Pero a los tres días no pude más y empecé a salir, suponiendo que era imposible que la policía reconociese a un muchacho sin antecedentes.
    A mediodía entré en uno de los bares automáticos de Constitución y comí. (…)

    Yo fui siempre un contemplativo y de pronto me había encontrado en medio de un torrente, del mismo modo que la creciente de un río de montaña arrastra muchas cosas que hasta unos momentos antes se encontraban plácidamente contemplando el mundo. Por eso mismo, quizá todo aquel tiempo se me aparece, ahora, que han pasado los años, tan irreal como un sueño, tan seductor (…), como el mundo de una novela. [...] ”

    Marina Gálvez Acero
    “Sobre abandonos y fidelidades”
    Ámbitos Literarios | Premios Cervantes
    Anthropos — Editorial del Hombre (1988)

    ” [...] el sol de octubre hiriendo los metales plateados de las carrocerías, un presente sin porvenir aún, el porvenir inevitable desatado por una palabra que pudo no ser dicha. Pudo decir lo que era cierto, que le urgía volver a la oficina, a los papeles y planos sobre la mesa de trabajo y los recados de llamadas urgentes que debía contestar. Estaba mareado: si conducía con la ventanilla abierta el aire lo despejaría. [...] ”

    AMM
    “La noche de los tiempos” (Seix Barral, 2009)

    Hilar cáncer con hebras de romanticismo podría dejar dibujado un tapiz con reminiscencias de sonrisa etrusca al más puro estilo de J.L. Sampedro.
    Y conseguir que arte, alcohol y talento rimen, resulta igualmente celestial.
    …Por no decir moderado, etéreo e hidratante a partes iguales :)

    ” … sosteniéndolo en alto mientras el discípulo obsequioso lo llenaba de ginebra hasta el borde … “

  11. Enviado el 12/01/2014 a las 2:36 AM | Enlace permanente

    .
    El malditismo en la creación, muy especialmente en la literatura, sostenido por el alcohol y las drogas, siempre ha tenido un gran atractivo. Incluso un gran prestigio. Pero como pilar importante de la heterodoxia, por esa puerta abierta se colaron muchos ineptos que se quedaron en la pura pose del bebedor solitario en el rincón de la barra y que exigieron el reconocimiento de una obra inane desde la perenne melopea.

    Si aguantar a un borracho -sobre todo cuando uno está fresco- es un coñazo importante, aguantar a un borracho escritor que basa su obra en sus experiencias con el alcohol me resulta pesadísimo y aburrido. Tanto como esos escritos que surgen en mitad de la euforia nocturna de la embriaguez y que consideramos brillantes, pero que a la luz de la mañana siguiente nos llenan de vergüenza propia y ajena.

    En cambio, el alcohol o las drogas como un ingrediente más del mejunje literario han contribuido a producir “páginas inolvidables” e imprescindibles. Desde ‘La pipa de kif’ de Valle-Inclán a la ‘Leyenda del santo bebedor’ de Joseph Roth. No hay que desestimarlos en ningún caso.

    A todo esto, ¿no sentís curiosidad por saber en qué derivaría la obra de nuestro anfitriomm si a estas edades que empiezan a ser provectas se convirtiera en fumador de opio o consumidor de láudano?

    :-)

  12. MJGE
    Enviado el 12/01/2014 a las 12:08 PM | Enlace permanente

    ¿Por qué nos empeñamos en generalizar, en sacar conclusiones absolutas? Si como dice zumo en la otra página está demostrado que esas sustancias afectan a regiones del cerebro implicadas en la creatividad, ¿no podemos admitir esto como indiscutible y después contemplar la posibilidad de que para cada cual el resultado sea distinto? Si se altera la percepción, ¿No puede ser que esa nueva percepción en unos casos sea más literaria que la original y en otros al contrario?

    En mi opinión, lo único que cabe es que alguien, manifieste si, en su caso, la influencia es positiva o negativa y para ello debería haber transitado por ambos estados. Tratar de sacar conclusiones en base a experiencias ajenas cuando esta son individuales no tiene sentido.

    En cuanto a que es un camino de autodestrucción, puede serlo ¿y qué? Yo creo que para un artista la creación es secundaria. Lo esencial es la experiencia vital, es después cuando el artista puede o no sentir la necesidad de expresarlo, de compartirlo con los demás y la forma de hacerlo es lo que puede constituir una obra de arte. ¿Quien nos dice que quienes han transitado por esos caminos no han tenido una experiencia vital, una percepción de la vida que a ellos les ha resultado satisfactoria pero han pasado de compartirla o simplemente no han sido capaces de transmitirla? Y aquellos que han creado su mejor obra tras abandonar esas prácticas ¿Cómo saber si la experiencia fue determinante, si no hubieran podido hacerlo sin transitar antes por las catacumbas de la percepción?

    Sin tratar de meterme a psicoanalista, yo creo que quienes afirman que no tiene incidencia en la creatividad sin haberlo experimentado en carne propia, lo hacen movidos por el deseo de que sea así. Es duro abandonar la comodidad de una vida bien organizada y trasladarse a las catacumbas; lo malo es que siempre albergarán esa duda.

  13. Enviado el 12/01/2014 a las 1:21 PM | Enlace permanente

    http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_y_alcohol

  14. Enviado el 12/01/2014 a las 1:23 PM | Enlace permanente

    Jesús Sepúlveda: “La poesía y el alcohol”

    http://letras.s5.com/jsep050413.html

  15. Enviado el 12/01/2014 a las 1:43 PM | Enlace permanente

    “Vinogrado” es el nombre que Jon Juaristi ha dado a Bilbao en alguno de sus poemas

    Y Luigi Anselmi -pseudónimo del gran poeta euskaldun Luis Gutiérrez Larrea- ha utilizado también este nombre, “Vinogrado”, para referirse a Bilbao, en varios de sus textos

    Luigi Anselmi, muy buen conocedor, por cierto, de la noche de esta ciudad y sus bebidas, publicó en la editorial Pamiela “Alkohol(a) Poemak”, una antología en euskera de poemas báquicos de la literatura universal. Y uno de sus poemarios tiene un título bien significativo, “Una botella al mar”

  16. A. Alba
    Enviado el 12/01/2014 a las 8:05 PM | Enlace permanente

    Carver. La parquedad y la desolacion, el sueño americano en su reverso.

    La insignificancia.